Película Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal

Han pasado 19 años desde que Harrison Ford interpretara por primera vez a Indiana Jones pero el personaje se mantiene tan joven como el primer día. Durante este tiempo, el aventurero del látigo y del sombrero ha pasado a convertirse no sólo en todo un icono de la historia del cine sino también de la cultura popular en general. Toda esa mítica que se ha formado a su alrededor era la principal enemiga de esta nueva secuela pero Spielberg y su equipo han superado la prueba con buena nota.

Para que no haya malentendidos, debe quedar claro que aquél que busque grandes novedades respecto al resto de entregas de la saga no encontrará demasiadas (aunque las hay) sino que Indiana Jones y el Reino de la Calavera Cristal se limita a dar lo que todos los fans esperaban: acción, aventura y risas sin descanso. En ese sentido, David Koepp ha comprendido perfectamente el espíritu de la saga y compone un nuevo cóctel pero con los mismos ingredientes que ya tuvieron las tres películas anteriores: malos en busca de un poder que les permita dominar el mundo, galimatías que sólo Indy puede descifrar, personajes secundarios memorables, persecuciones antológicas, sofisticados resortes mecánicos que protegen valiosos tesoros, espectaculares escenarios y humor, mucho humor. Al contrario de La última cruzada, que en algunos momentos parecía un remake en tono de comedia de En busca del arca perdida, esta última entrega tiene entidad propia y las referencias a las películas anteriores se limitan a pequeños guiños perfectamente integrados en la trama principal.

En este sentido cabe destacar la recuperación de la actriz Karen Allen en el papel de Marion Ravenwood. La química entre ella y Harrison Ford se mantiene intacta después de 27 años y depara algunos de los momentos más divertidos de la película, como su confesión a Indiana mientras se hunden en arenas movedizas. También resulta sorprendente la actuación de Shia LaBeouf, que se revela como un más que digno heredero del sombrero del Dr. Jones consiguiendo algo que parecía imposible: que se vea con naturalidad el relevo generacional en el protagonismo de la saga. Además, por primera vez el «malo» de la función es una mujer, interpretada por Cate Blanchett con la mala leche que se le exigía al personaje.

Pero, obviamente, no todo son aciertos en la película y mucho me temo que el principal responsable de la mayoría de sus defectos es un tal George Lucas. Su obsesión por la pantalla azul provoca que en algunos momentos la protagonista no sea la acción que se desarrolla en pantalla sino los cantosos efectos digitales. Dudo mucho que este hombre fuera capaz de rodar alguna película hoy en día si no se hubieran inventado los ordenadores. Viendo algunas escenas de El reino de la calavera de cristal, uno echa de menos persecuciones como la del desierto en La última cruzada, en la que se puede ver cómo Indiana Jones traga tierra de verdad, de la que mancha. Por otro lado, el guión propone algunas situaciones que rozan el ridículo como la forma en que Indiana se libra de una explosión nuclear o el homenaje a Tarzán. Pero sin duda lo que más polémica provocará entre los fans es la explicación del origen de la calavera que da título a la película. No entraré en detalles para no destripar el argumento, pero baste decir que no resulta mucho más disparatada que suponer que el Arca de la Alianza pueda otorgar poderes ilimitados a aquellos que la posean o la existencia de tres piedras mágicas talladas por dioses hindúes.

En definitiva, El reino de la Calavera de Cristal supone el mayor espectáculo del cine actual, una película digna de pertenecer a la saga del aventurero más famoso de la historia del cine. Cualquier otra película de aventuras que hayamos visto en los últimos años se avergonzaría con la comparación. Aún así, debe enfrentarse al prejuicio de toda nueva secuela: se le supone por debajo del resto de entregas. Será necesario que pasen unos años para que sea recordada al nivel de sus predecesoras, el tiempo justo para que los niños que descubrieron la magia del cine con esta película crezcan y se conviertan en sus defensores más acérrimos.