
Valoración de VaDeCine.es: 1,5
Título original: The Hangover Part III Nacionalidad: U.S.A. Año: 2013 Duración: 100 min. Dirección: Todd Phillips Guión: Todd Phillips, Craig Mazin Fotografía: Lawrence Sher Música: Christophe Beck
Intérpretes: Bradley Cooper (Phil), Ed Helms (Stu), Zach Galifianakis (Alan), Justin Bartha (Doug), Ken Jeong (Chow), John Goodman (Marshall).
Trailer
No hay resaca, no hay fiesta, ni despedida ni boda, por no haber no hay ni comedia. Todd Phillips y su séquito pretenden darle una vuelta de tuerca más al trío festero más famoso de los últimos años, y tal es esa vuelta que deja de lado el germen primigenio del proyecto. Bien es cierto que lo poco gusta y lo mucho cansa, pero tras dos trabajos anteriores prácticamente idénticos ¿qué más da hacer lo mismo tres veces? Así por lo menos podría haber contentado a jovenzuelos ávidos del procaz desenfreno característico en las anteriores ediciones de la saga.
Alan (Galifianakis) es intervenido por sus seres queridos tras la muerte de su padre para que tome las riendas de su vida, para ello Phil (Cooper), Stu (Helms) y el otro, que siempre quitan sutílmente del medio, se ofrecerán a llevarlo en coche a una clínica de rehabilitación. Y por el camino empieza un lío de ladrones que roban a otros ladrones del que Chow (Jeong) es el culpable, y la única manera de encontrarle es a través de "la manada", así que el trío calavera tendrá que encontrarlo para salvar la vida del cuarto, que es convenientemente secuestrado (el sutil movimiento). 
Propuesta la trama nos queda una especie de road movie llena de bobadas absurdas sin gracia alguna. Un mar disipado de ideas inconclusas en el que los actores, en ocasiones, parecen ahogarse buscando un salvavidas o una mano amiga que les hunda y acabe de una vez con su calvario. Un Galifianakis crecido, sobreactuado y sobrado capaz de cargarse cualquier escena con sus ya olorosas gracietas. Un revuelto de las sobras de otro tiempo que cuaja en un plato comestible pero muy complicado de digerir. Así que no queda nada, como si te llevas a los mismos personajes a otro universo y éstos siguieran haciendo lo mismo, pero perdidos. Phillips parece querer dejar de ser fiel a los principios del proyecto pero sin alejarse mucho de ellos, y ese acto de cobardía provoca que en lugar de mala sea horrible.
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Oí por ahí que el giro de tuerca era que fuera una comedia de acción, pero según dices parece que la indefinición deja la cosa con poco de comedia.
Al final toca resignarse a los nuevos tiempos comerciales. Si algo funciona, se exprime hasta que quede seco. Y cuando la cosa repose lo suficiente, lo retomarán en un Resacón 4: ahora en el asilo. Al tiempo.