
Valoración de VaDeCine.es: 6.8
Título original: Silver Linings Playbook Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2012 Duración: 120 min. Dirección: David O. Russell Guión: David O. Russell (Libro de Matthew Quick) Fotografía: Masanobu Takayanagi Música: Danny Elfman Intérpretes: Bradley Cooper (Pat), Jennifer Lawrence (Tiffany), Robert De Niro (Pat Sr.), Jacki Weaver (Dolores), Chris Tucker (Danny), Anupam Kher (Dr. Cliff Patel), John Ortiz (Ronnie), Julia Stiles (Veronica), Brea Bee (Nikki).
Trailer Tras sorprendernos anteriormente con la notable The Fighter, David O. Russell vuelve con esta comedia romántica fresca y desinhibida. Un género que, gracias a los dioses del celuloide, ha sufrido una evolución para bien y por fin se ha desmarcado de (casi) todo lo que atufaba a edulcorante pasteloso. Dejando de ser películas de cabecera para quinceañeras en el zenit del síndrome premenstrual para convertirse en amenas producciones para el disfrute de (casi) todos los públicos, parejas y solitarios, sin quedar marcado vergonzosamente por el estigma de Meg Ryan. Pat (Bradley Cooper) vuelve a casa de sus padres (De Niro y Weaver) tras pasar ocho meses en un centro psiquiátrico por agredir brutalmente al amante de su esposa. Empecinado en mantener una actitud positiva ante la vida para de esta manera recuperar a su mujer quedará descolocado cuando conozca a Tiffany (Jennifer Lawrence), una viuda con graves problemas de conducta y fama de casquivana en el barrio. El vínculo que se creará entre ellos, y más bien el modo en el que éste se forja, será la pieza clave en los engranajes que mueven la trama. 
La disfuncionalidad de buena parte de los personajes es el medio que Russell utiliza para crear divertidas escenas y empatía con el espectador. Unos roles que, a pesar de su complicada articulación mental, están definidos al milímetro y perfectamente interpretados por, un cada vez más solvente y eficiente en su trabajo, Bradley Cooper y una cada vez más consagrada Jennifer Lawrence a la que Huxley clasificaría como "neumática", Cervantes como "lozana" y en la mancha como "jamona". Sin dejar de lado el buen trabajo, por fin, de Robert De Niro al que un personaje con transtorno obsesivo compulsivo le viene como anillo al dedo para sacar a relucir sin tapujos sus sobreactuadas maneras. Una simple historia que es a Dirty dancing, como se comparó, lo que puede ser Lionel Messi a Michael Jordan, una comparación grotescamente absurda. Que funciona gracias al impecable diseño de sus personajes y a la gran interpretación que el elenco al completo hace de ellos. Un disfrute que no trasciende a más allá de una tarde de domingo, pero que tampoco lo pretende.
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Comedia romántica con protagonistas desquiciados y desquiciantes, ¿una locura de amor o un amor de locura? no lo sé, lo que sí sé es que se trata de darle un aire fresco a este tipo de largometrajes, donde el galán no es precisamente el tipo perfecto y la dama no es blanca e inmaculada, hasta el padre tiene sus aristas, un padre perfectamente interpretado por el gran Robert De Niro. He de decir que no había visto hasta el momento ningún largometraje de Jennifer Lawrence y que de Bradley Cooper solo había visto la fallida "El equipo A".
La película es entretenida pues no se hace larga a pesar de sus horas de duración y nos deja tres lecciones difíciles de olvidar: la primera es que lo mejor para adelgazar es salir a correr con una bolsa de basura a modo de sudadera, la segunda es que el baile sirve para canalizar nuestros sentimientos y además potencia nuestra concentración, colaboración y disciplina, la tercera es que debemos hacer casos a los signos que se nos presentan en la vida.
Pero si he de quedarme con algo, es con la excelente selección de canciones para la banda sonora, especialmente con la canción de Ambrosia Parsley & The Elegant Too, que suena en una de las mejores escenas, para mi gusto, de la película.