Valoración de VaDeCine.es: 5.5
Título original: The Amazing Spiderman
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2012 Duración: 136 min.
Dirección: Marc Webb
Guión: Steve Kloves, James Vanderbilt, Alvin Sargent (Personajes: Stan Lee, Steve Ditko)
Fotografía: John Schwartzman
Música: James Horner
Intérpretes: Andrew Garfield (Spiderman/Peter Parker), Emma Stone (Gwen Stacy), Rhys Ifans (Dr. Connors), Martin Sheen (Ben), Sally Field (May)
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Trailer
Demasiado temprano llega esta nueva mirada sobre nuestro héroe. Apenas hace una década que Sam Raimi nos ofreció la suya, y la actual adaptación logra lo improbable: que ahora apreciemos más la innegable capacidad de aquélla para dejar imágenes en la retina. Tanta como para -intuyo- anular la posibilidad de reminiscencia alguna sobre The Amazing Spiderman, menos comiquera e ingenua (discutibles apuestas de Raimi), pero también indudablemente más parca en estilo y encanto si comparamos.
La cinta que nos ocupa regala un par de momentos memorables, incluso se permite insuflar más energía que sus antecesoras, pero acogerse a la estructura de una vuelta a los orígenes aborta cualquier esperanza de crear nuevos iconos. El largo arranque de la película de Webb se centra en un begins con aspiraciones de dotar de mayor sofisticación a la historia desencadenante de los súperpoderes. El esfuerzo sobraba. Al chaval le pica una araña especial y punto. El adorno que aquí introducen sencillamente no interesa ni aporta gran cosa. Pero lo inútil de esta nueva trama es lo de menos. Resulta más preocupante que durante la primera hora de metraje cada secuencia nos traiga a la memoria, y con sorprendente añoranza y melancolía, el modo en que Raimi resolvió las diferentes fases de la gestación de su trepamuros, y eso que tampoco éste estuvo especialmente inspirado. Así, llegan las presentaciones en el instituto, la picadura, el perfeccionamiento de las habilidades, el desvío moral de Peter, la charla del tío Ben, el asesinato y la conciencia de convertirse en un protector. Como ya conocemos la línea argumental básica, estamos deseando que todo esto pase rápido para ver cómo el enmascarado se pone manos a la obra. Llegados aquí, ya sabemos que no estamos ante un acontecimiento especial, por más que contemos con el notable Andrew Garfield y que la reinvención de un Peter Parker menos pardillo y más rebelde, fisgón y geek no ande desatinada.

Y ahora repasamos el capítulo de la acción; el de dar trabajo al superhéroe novato tras haber tragado con su nacimiento, tramo éste más innecesario que nunca toda vez que la misma Columbia Pictures ya nos lo contó en 2002. Podría decirse que El Hombre Araña nunca fue tan real, y sería cierto en parte, pero cierto grado de la atmósfera de autenticidad queda arruinado por su oponente, el muy decepcionante Largarto (horroroso diseño de producción y fallido villano), enésimo mutante al que se enfrenta nuestro amigo y vecino Spiderman mientras media ciudad cae destruida. ¿Es que no hay otras posibilidades? Nolan y su granítico Batman siguen a un mundo de distancia. Es verdad, y cabe apuntarlo, que el lanzarredes tiene más potencial entre el público infantil y no puede ser descuidada esta sabrosa porción de taquilla, resultando más difícil vender tramas complejas a la productora, pero creo poder decir sin temor a equivocarme que tampoco a los niños estimulará demasiado esta versión, muy oscura y de apagado colorido.

En la reinterpretación de este héroe ya clásico hay cabida para las payasadas de Spidey, sus problemas como adolescente y el romance dificultoso, señas de identidad del irresistible personaje a las que, a su manera, este proyecto es fiel e interesante. También vuela alto el nivel de espectáculo y plasticidad, mínimos exigibles tratándose de Spiderman; sin embargo el primario y convencional guión se queda en tierra de nadie, jamás emocionando ni convenciendo en sus aspiraciones dramáticas. Hay medios técnicos y se parte de un material original extremadamente atractivo; no construir un blockbuster medianamente disfrutable parece imposible. Que lleven a mi Spiderman más allá es la ilusión,...aunque temo que será de por vida. El cine pesa mucho a la hora de configurar mi particular Olimpo. Batman gana terreno. Dentro de dos semanas el señor de la noche asaltará el trono. The Dark Knight Rises puede dictar sentencia.
NO había por qué