
Valoración de VaDeCine.es: 5.5
Título original: Albert Nobbs Nacionalidad: Reino Unido Año: 2011 Duración: 108 min. Dirección: Rodrigo García Guión: Glenn Close, John Banville Fotografía: Michael McDonough Música: Brian Byrne Intérpretes: Glenn Close (Albert); Mia Wasikowska (Helen); Janet McTeer (Hubert); Aaron Johnson (Joe) Página web Trailer
Rodrigo García no ha encontrado aún su propia voz en la gran pantalla. Debutó en el 2000 a la sombra de Magnolia, de P.T. Anderson, con Cosas que Diría con solo Mirarla y, sin demasiada suerte, ha tendido desde entonces a ese
tipo de relato con varios torrentes narrativos y mujeres como
protagonistas. La televisión es otra cosa. Curtido en algunas de las mejores series de los últimos años (A Dos Metros Bajo Tierra, Carnivale o Los Soprano), el director alcanzó el cénit de su carrera durante las dos fabulosas temporadas iniciales de En Terapia, una serie que hizo arte de la pura conversación. Cancelada ésta por inanición tras su irregular tercera temporada, el cineasta latinoamericano regresa a la gran pantalla con Albert Nobbs. Y los problemas también lo hacen con el formato. De nuevo, García somete su mirada. Artísticamente encadenado, acomplejado, convierte la película en mero vehículo para el lucimiento de otra mujer: Glenn Close, productora, coguionista, protagonista del largometraje y, quizá, verdadera firmante en la sombra de este coqueto pero liviano film.
Y es que Glenn Close también necesitaba volver al medio que la hizo famosa gracias a trabajos como Las Amistades Peligrosas o Atracción Fatal. Sus últimas aportaciones en la pequeña pantalla han sido igualmente excelentes, tanto en Damages como en The Shield, pero la repercusión artística del medio es aún significativamente menor. Con Albert Nobbs ha vuelto a la pasarela y competirá por el Oscar con Viola Davis y Meryl Streep por sexta vez en su carrera. Close encarna a un diligente mayordomo de un hotel del Dublín decimonónico que guarda un secreto. Es una mujer. Como
muchas otras, ha decidido ocultar su sexo en
busca de una vida digna en una sociedad machista, que las trata
poco menos que como esclavas o concubinas. ¿Merecida nominación? Posiblemente no. Su Abert Nobbs comparte la transformación física -la cinta también ha sido nominada al mejor maquillaje- con muchos otros personajes
oscarizados, pero el pusilánime desarrollo de la historia arranca las alas del personaje, incapaz de alzar el vuelo en este estereotipado drama. Definitivamente Close es mejor actriz que guionista. 
Resulta sorprendente que el creador de una serie que se zambulle con maestría en los recónditos parajes de la mente acepte un guion que apenas escarba en la psique de la protagonista, asexuada tras un trauma infantil según plantea el comienzo del metraje. Por el contrario, se opta por un tono de lo más mundano. En mi opinión, se idiotiza al personaje, empeñado en abrir un negocio y buscar esposa. Así, una criada del hotel (Mia Wasikowska) convertida en objetivo marital de Nobbs comandará entonces una subtrama conspirativa que desplaza el foco
del personaje de Hubert (Janet McTeer), lesbiana, réplica natural de la protagonista e incomprendido
espejo de sus anhelos.
Demasiado desestructurada en todo el último tramo, la cinta dinamita cualquier posibilidad de dejar poso y culmina con un abrupto final que, burdamente, insta al espectador a buscar el pañuelo. A la llegada de los créditos, nada se sabe de Rodrigo García y poco queda de la estupenda primera impresión que provoca Glenn Close.
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Qué yuyu dá.