Valoración de VaDeCine.es: 7
Título original: Willow
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 1988 Duración: 120 min.
Dirección: Ron Howard
Guión: Bob Dolman (Historia: George Lucas)
Fotografía: Addrian Biddle
Música: James Horner
Intérpretes: Warwick Davis (Wilow), Val Kilmer (Madmartigan), Joanne Whalley (Sorsha), Jean Marsh (Reina Bavmorda), Patricia Hayes (Raziel)
Trailer
Hay quien sostiene que Star Wars debe un par de favores a las virtudes de El Señor de los Anillos. No seré yo quien niegue la acusación; ahora bien, con su saga estelar George Lucas para nada se aproxima al plagio en comparación a lo perpetrado por él mismo en Willow, producción de la que se afirma que viene a ser un bien llevado aborto de lo que inicialmente se pretendió que fuese El Hobbit, pero que, ante la dificultad para hacerse con los derechos, acabó por su cuenta impregnándose de todo el universo Tolkien por el morro y sin soltar un dólar. No quiero decir que la cinta no tenga todo el encanto del mundo, que sin duda lo posee como eficaz aventura de espada y brujería para toda la familia, pero habrá de convenir que no surgió de la imaginación del astuto Lucas gran parte del mérito que "su historia" tiene dando con la tecla de una sencilla confrontación sobre el Bien y el Mal (que funciona maravillosamente), o apelando a la odisea de superación de un diminuto héroe insospechado con una carga de la que depende el Mundo, por no extendernos sobre el repertorio de personajes y pasajes directamente calcados sin pudor de El Señor de los Anillos y, por supuesto, también de su propia Guerra de las Galaxias, como evidencia Madmartigan/Han Solo, con quien Val Kilmer construye uno de sus mejores trabajos en cualquier caso.

En la dirección de la película encontramos a un Ron Howard que por aquel entonces, aun sin atreverse a modificar la estética y automatismos de Lucasfilms, ya andaba sobradamente capacitado para aunar con nota un adecuado presupuesto con la atractiva narración que el guión de Willow supone, por muy copiado que éste en efecto sea. Como consecuencia la aventura se muestra ágil, amena y por momentos incluso bastante divertida. Obviamente, como producto eminentemente infantil, la épica y el drama quedan lejos de poder ser tomados muy en serio, huyendo de casi cualquier gravedad y no faltando la dosis de azúcar que el bueno de Howard tanto gusta de aplicar en muchas de sus recetas. Sin embargo, aunque la fórmula es sensiblera y bastante previsible, para nada empalaga y el acabado soporta una visión adulta y actual. Si a la corrección artística y al gancho narrativo sumamos los esfuerzos de la productora por ofrecer un trabajo bien diseñado y convenientemente reforzado por sorprendentes efectos especiales, podemos concluir que esta fantasía medieval ofrece todo cuanto se desea ver cuando uno se decide por una película de esta naturaleza; esto es: héroes, princesas, villanos, magia, amor y peripecias en cantidades industriales; los ingredientes imprescindibles para alejar nuestra mente durante un par de horas de la cruda realidad, algo que para George Lucas, aunque sea ciertamente tomando de aquí o de allá, no guarda misterios.
Una de las películas de mi infancia!!