Película La Cosa (2011)

No se lleven a engaño si esperan encontrar en el film de Matthijs Van Heijningen una innovadora precuela de la mítica obra homónima de John Carpenter. Pues resulta, sin embargo y como más de uno sospechábamos, un clon del clásico sin el más mínimo ápice de originalidad. Al igual que en la película donde el organismo alienígena copiaba la forma exterior humana de los miembros de la expedición, esta nueva versión del relato de John W. Campbell Jr. conforma una imitación superficial de las dos adaptaciones anteriores; así, toma el magnífico inicio de la cinta producida en los años 50 por Howard Hawks El enigma de otro mundo (de la cual incluso coge prestado al personaje de ambicioso científico que antepone la importancia del hallazgo por encima de las vidas humanas), para luego enlazar con el hilo argumental de la cult movie de Carpenter; de ésta llega a calcar algunas escenas sin el más mínimo pudor y otras tan sólo las modifica ligeramente (como es el caso de la prueba para identificar al monstruo o el final ambiguo). Únicamente los personajes cambian de la cinta del 82, y desde luego no mejoran precisamente, pues además de resultar bastante planos se echa de menos al carismático MacReady (al cual dio vida Kurt Russell), muy por encima de la insulsa protagonista femenina de este descafeinado remake.

Aunque resulta una cinta olvidable y prescindible a todos los efectos, bien es cierto que está rodada con cierta solvencia y sabe mantener un ritmo trepidante, asegurando de esta forma un meritorio entretenimiento palomitero sin pretensión alguna. Al fin y al cabo, tiene como modelo a una fabulosa obra maestra, y pese a que no consigue aprovechar todas sus virtudes, incapaz, por ejemplo, de provocar esa desasosegante sensación claustrofóbica que hizo grande al film de Carpenter, sí que logra mantener un acertado sentido del suspense. Además, si buscamos una faceta que vuele a la altura de la original esa la encontramos en su aspecto técnico, especialmente en sus impecables efectos especiales, seguramente única razón por la que este proyecto ha visto la luz. Sin embargo, lo que es en mi caso, nostálgico de mí, prefiero ese encantador y tradicional plástico seña de identidad de la década de los 80.