Título original: Adventureland
Nacionalidad: Estados Unidos
Año: 2009 Duración: 107 min.
Dirección: Greg Mottola
Guión: Greg Mottola
Fotografía: Terry Stacey
Música: Varios
Intérpretes: Jesse Eisenberg (James Brennan), Kristen Stewart (Em), Michael Starr (Joel), Bill Hader (Bobby), Margarita Lieveva (Lisa P.), Kristen Wiig (Paulette), Matt Bush (Frigo), Ryan Reynolds (Connell)
Trailer
Definitivamente, y tras todo lo bueno apuntado en Supersalidos, Greg Mottola se desmarca hacia una riqueza cinematográfica largamente más amplia que la contenida en cualquier teen comedy al uso. Y lo consigue, he aquí el logro, sin traicionar los principios más sagrados del género; con entretenimiento, sin artificios ni pompa. Y es que Adventureland no precisa de grave impostación para desarrollar su narración; en la sencillez reside su fuerza, su autenticidad.
Aplicando de nuevo la alquímica fórmula para la comedia usada en sus trabajos anteriores, aquélla que combina alocado humor con potentes sentimientos subyacentes, el director estadounidense simplemente trastoca la proporción de ambos ingredientes para, esta vez, otorgar mayor foco al romance: para dejar que en la película, como en su protagonista, el amor sea más fuerte que el sexo, por mucho que, con toda naturalidad, el chaval desee mojar tanto como cualquier chico de su edad.

Fiel al sello Mottola -tan alineado con la plebe del High School- y en total contrapunto a los usuales amoríos estivales de película, no será aquí la playa el idílico entorno ni un guaperas el rompecorazones. Será James Brennan (descubrimiento Eisenberg), un nerd cuya sincera bondad y dramático romanticismo mantienen en la virginidad, quien se vista de Romeo para la función, y Adventureland, un casposo parque de atracciones, su Verona particular. Un ruinoso escenario que congregará jóvenes losers en busca de un trabajo de verano en el que sacar unos dólares sin herniarse demasiado. Sin embargo, más allá de eso, en esas vacaciones, en aquel entorno, cada uno conocerá la amistad, los celos, el amor o la traición. La vida adulta, en definitiva.
Ambientada sabiamente, en pos de la nostalgia generacional, a finales de los años 80, Mottola se autobiografía palmariamente (segundo guión propio tras The Daytrippers) a través del mágico tracklist de la banda sonora; unas canciones que complementan la narración y entre las que desfilan, sin pedantería alguna, Bowie, la Velvet, The Replacements y, sobre todo, Lou Reed. Músicos que para Mottola, y su prole de Adventureland, no sólo reflejan emociones, sino que evocan recuerdos asociados a toda una época, certeramente utilizada aquí como referente estético de una moda hoy de vuelta.

En el sublime retrato del parque en sí mismo, del que el film tomará nombre y alma, el largometraje se luce desarrollando un verdadero microcosmos en el que conoceremos la importancia de trabajar en rides o en games, el misterio del tipo de mantenimiento o la grandeza de citarse con Lisa P. Como suele, Mottola hila con maestría toda una idiosincrasia particular que, aún heredada del universo teen, presenta mayor riqueza de la aparente. Desde la cotidianeidad, sin grandes gestos ni manierismos.
Así, despojado de barroquismos y sin caer en la languidez de cierta comedia romántica independiente, Adventureland se fija en el recuerdo desde una enorme capacidad empática heredada de una desacostumbrada condición: su profunda veracidad. Porque todos hemos tenido algún verano parecido. Porque un adolescente puede estar confundido, pero sus sentimientos son plenamente reales. Porque el tránsito hacia la madurez, por muy trillado que nos parezca, sigue siendo la época en la que cada uno forjamos la persona que hoy somos. Y eso, bien aprovechado, sigue resultando tremendamente sugestivo.
Muy bien, buena recomendación compañero. Me ha gustado.