Película La guerra de los mundos (2005)

La actualización de la película de 1953 que llevó a cabo Spielberg más de 50 años después se trata básicamente de eso, recoger las buenas ideas que contenía aquella y cambiarles un tanto el sentido para llevarlas un poco más allá. Dejando aparte el tema de efectos especiales y apartados técnicos varios, donde el equipo del Rey Midas de Hollywood brilla como siempre, esta versión comete el gran acierto de centrarse en la reacción de las personas como seres individuales y parte de una familia y sociedad ante el evento que explota de pronto en sus vidas antes que dar demasiado metraje a la lucha contra el invasor. Esta idea, la cual ya se ha utilizado varias veces a lo largo de la Historia del Cine, por ejemplo Shyamalan en su Señales y mucho antes, hace que La guerra de los mundos se aleje bastante de lo que un neófito podría esperar de la conjunción de los términos “Spielberg” y marcianos amenazantes.

Y es que para quien se siente en el cine con las palomitas en la mano y ganas de un espectáculo de “nosotros contra los de fuera que son diferentes y malos” se llevará un gran chasco y hasta es posible que se aburra, porque lo cierto es que en una posible acertada sinopsis de la cinta el hecho de que se produzca una invasión alienígena es casi que lo de menos. Lo que en la original era el manido miedo a los del otro lado del telón de acero aquí se convierte en la dificultad para funcionar dentro de los esquemas marcados para los diferentes miembros de la familia desestructurada protagonista. Por una vez y sin que sirva de precedente la inclusión de los niños está plenamente justificada y enriquece la película, sobre todo con una Dakota Fanning espectacular. Tom Cruise simplemente cumple en un papel con tal vez demasiados matices que el cienciólogo no puede o no sabe entregar y esto lastra el conjunto, ya que él es el que lleva el peso del metraje.

Cierra Spielberg aquí la que podríamos denominar “trilogía de la Ciencia Ficción adulta” que perpetró entre 2001 y 2005, alternada con sus típicos divertimentos más ligeros (La terminal y Atrápame si puedes). La misma nos deja tres interesantísimas películas, Minority ReportInteligencia artificial y la criticada aquí, con momentos de absoluta genialidad y otros no tanto (esos finales, Steven, esos finales), pero sea como sea nos muestra a un Spielberg mucho más maduro y oscuro en cuanto a temáticas, fines e incluso aspecto visual en el género fantástico que en el pasado.