Película Ninja Assassin

Como aficionado al subgénero, indefectiblemente me llaman la atención todas las películas de artes marciales con aspecto de contar con un digno presupuesto. Para esta ocasión, los hermanos Wachowski andan tras el proyecto, dejando la dirección en manos de James McTeigue, tal y como ya hicieran en la interesante V de Vendetta. No voy a decir que esperaba una cinta brillante, no obstante, tampoco pensé que escribiría sobre ella con la única voluntad de intentar ahorrar el trago a alguno de nuestros lectores. Y es que más allá de un conseguido toque gore y la solvente aunque repetitiva acción, muy poco positivo se puede añadir acerca de este aburrido e intrascendente producto.

De argumento convencional, a ratos estúpido, y cansina cadencia, Ninja Assassin nos cuenta la estrambótica historia de un clan milenario de ninjas asesinos que, como es de esperar, encuentra la horma de su zapato en un tránsfuga de su causa criminal. En el camino topamos con un buen puñado de personajes típicos, como vienen a ser la investigadora que ha rascado demasiado profundo, el estricto maestro de la infancia, quien queda reservado para la pelea final, y, por supuesto, el protagonista de la función, el alumno más prometedor del clan, cuya única debilidad como asesino es su noble corazón.

A partir de estos mimbres la cinta no se molesta un ápice por salirse de lo imaginado; esto es, montaje salpicado de flashbacks que nos presenta la trama actual intercalando los orígenes e infancia de nuestro mortífero héroe, personaje absolutamente carente de cualquier tipo de carisma, todo hay que decirlo. Por desgracia y para tedio del espectador, ninguna de las dos partes del film logran despertar mayor interés que el de saber cuándo concluirá esta vacua tortura con medios técnicos pero sin ninguna clase. Así pues, con la esperanza de resultarles ilustrativo, les recomiendo que no se dejen seducir por las falsas apariencias de esta fallida fusión del anime con la acción real. Cierto es que la realización es muy decente, eso no lo niego; pero, aun conociendo las limitaciones temáticas del género, a estas producciones hay que pedirles algo más que litros sangre y topicazos; esperando por descontado las buenas coreografías y el entretenimiento, detalle este último que aquí brilla por su ausencia. Resumiendo y hablando en plata para los aficionados: que no mola.