Escrito por Inmafun
|
Martes, 08 de Marzo de 2011 |
2356
Valoración espectadores: 6.75
|

Valoración de VaDeCine.es: 6.7
Título original: Rango Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2011 Duración: 107 min. Dirección: Gore Verbinski Guión: John Logan (Historia: James Ward Byrkit, Gore Verbinski) Fotografía: Animation Música: Hans Zimmer Intérpretes: Johnny Depp (Rango), Isla Fisher(Beans), Abigail Breslin (Priscilla), Alcalde (Ned Beatty),
Página web Trailer Verbinski mete las narices en la animación. El hombre que se ha hecho de oro gracias a la irritante saga de Piratas del Caribe ha conseguido salir del pozo de la abulia para renovarse con Rango, un buen conato de metamorfosis que insinúa que bajo el supuesto anquilosamiento del realizador, incapaz de ir más allá de las historias de corsarios y filibusteros, se haya un incipiente talento cinematográfico en el que reparar.
Inspirada lúcidamente por el spaghetti western más clásico, Rango consigue el monopolio de un exótico territorio aún inexplorado: el cine del oeste animado. Y es que esta peculiar apuesta destila virtuosismo y originalidad a varios niveles, pero brilla con especial fulgor en el plano visual y estético. El hiperrealismo con que los escenarios y los personajes se dibujan es digno de alabanza y anuncia un producto fuera de lo común difícilmente etiquetable. El tratamiento de la luz es excepcional, hecho que no es de extrañar si consideramos que el encargado de la fotografía es Roger Deakins, un habitual en los trabajos de los Coen.
Con un comienzo psicotrópico que en buena parte rememora al Jodorowsky de El Topo (1970), la cinta se abre camino de forma singular y con gran extravagancia. Captada la atención del espectador, también en gran parte gracias al garbo del singular camaleón interpretado por Depp, la cinta bordea peligrosamente los límites del tedio, principalmente debido a una trama trillada que no consigue aportar nada nuevo. Ecología, autoestima y trabajo en equipo. Trío de ases. No obstante, si tenemos en cuenta la innovadora concepción en el plano artístico, no queda más remedio que rendirse a los encantos de Rango.
 Son numerosos los homenajes presentes en la cinta, pero la constancia con que se alude al cine de Leone hace de éste un referente inherente más que una mera consideración puntual. Hans Zimmer contribuye al conjunto, como ya es habitual, con una excepcional musicalización al más puro estilo Morricone. Los picudos mariachis aportarán los momentos musicales más hilarantes, narrando a modo de coro griego las aventuras y desventuras de nuestro escamoso (anti)héroe.
Las escenas épicas plagan la cinta y la acción es tratada en general con gran acierto. No obstante, el tempo narrativo juega una mala pasada al film, dilatándose en ocasiones en exceso. La trama tiende a la dispersión y a la irregularidad en cuanto a lo que intensidad se refiere, enturbiando así levemente la genialidad del conglomerado. No obstante, Rango conforma un motivador experimento que confirma que un historia tópica puedo cobrar nuevos y originales matices si es revitalizada con estilo y referentes innovadores. El western y sus arquetipos renacen en el cine de animación. 
|
Fui al cine, habiendo leído ya algunas críticas, y con la convicción de que sabía que me iba a gustar, y así fue, esta vez las críticas no me defraudaron.
Basándose en el típico argumento del antihéroe, que se convierte en un héroe por las circunstancias, Gore Verbinski, nos ofrece un claro homenaje al cine. Desde el spaghetti-western, hasta la saga de La guerra de las Galaxias, pasando por el cine de terror, bélico, comedia, denuncia social e incluso me atrevería decir que el musical. Y lo hace como mejor sabe, entreteniendo al público tanto al infantil como al adulto.
No es un largometraje infantil, no es claramente un western, aunque si el modelo, no es una comedia, no es una película de acción, aunque haya bastantes escenas de acción, es un poco de todo y de todo un poco.
Rodada con situaciones y planos como si fueran personajes de carne y hueso, con una gran factura tanto técnica como artística. Sin ninguna canción almibarada, propio de la casa Disney, la nota musical la ponen cuatro lechuzas en forma de mariachi que nos van relatando los acontecimientos.
Entretenida, divertida, e incluso en algunos momentos emocionante.
Aconsejo quedarse a los créditos finales.