
Valoración de VaDeCine.es: 2
Título original: Commando Nacionalidad: Estados Unidos Año: 1985 Duración: 90 min. Dirección: Mark L.Lester Guión: Steven E. De Souza Fotografía: Matthew F. Leonetti Música: James Horner Intérpretes: Arnold Schwarzenegger (Matrix), Rae Dawn Chong (Cindy), Alyssa Milano (Jenny),,Vernon Wells (Bennett), Bill Duke (Cooke), Dan Hedaya (Arius) Trailer
Paseando por los pasillos de nuestro videoclub mental, justo en medio de la vetusta sección VHS y Beta, uno vislumbra un par de palabras acotando la foto de un guerrillero hipertrófico: “Schwarzenegger. Commando”. Espoleados por esa extraña sensación retronostálgica que nos impulsa a idealizar recuerdos pasados, uno podría estar tentado a revisitar éste uno de los títulos más fuertemente asociados al concepto 'muscle opera'. Pero háganme caso, en esta ocasión mejor será no desenterrar muertos de la sepultura. Porque la simpleza argumental ya se presupone, pero a cambio se espera trepidante ritmo narrativo y escenas de acción impecablemente realizadas. Disparos, explosiones y demás habrá para tumbar a un mulo. Una dosis, de hecho, netamente superior a la cantidad diaria recomendada, C.D.R. que rezarían los paquetes de cereales. Pero la pobreza de la misma raya el absurdo, llegando uno a preguntarse si la definición de despropósito se ajustaría mejor al guion o a la dirección de esta infame colección de clichés.

Aparecida como subproducto de un género con representantes infinitamente más dignos, Commando está definitivamente fagocitada por esos lugares comunes de los que hacen burla en The Simpsons a través de Rainier Wolfcastle, particular Schwarzie de la serie.
De hecho, su argumento y la retahíla de villanos subsiguiente son tan básicos que bien podrían estar sacados de la caja de algún muñecote de acción de la época, donde el fabricante inventaba algún pasado para nuestro musculoso soldado de plástico. A saber: repúblicas bananeras de Centroamérica, exmarines, golpes de estado, secuestros… Todo ello, claro está, bastante más allá del por descontado maniqueísmo. Y es que presenciar como Arnold y su hija dan de comer a un ciervo mientras, como contrapunto, los villanos incordian a señoritas sobrepasa, con mucho, los límites de la caricatura.
No menos irrisorio resulta asistir al desfile de ingenuos secuaces genéricos pasando por las ametralladoras de un Schwarzenneger pre-cursillos de interpretación. Un completo mascachapas que remite a Conan suelto por la ciudad haciendo destrozos al estilo King Kong; animaladas al compás de una incesante y cansina musiquilla.

Sin nadie al volante, finalmente la película se arrima, sin pretenderlo, a las orillas de la parodia. La carcajada brota constantemente ante situaciones surrealistas, tratadas aquí con suma seriedad, lo cual aporta una comicidad mayor a este disparate, que bien podría ser semilla del trash de Grindhouse, todo un logro. “No visionar salvo reunión grupal con cervezas” debería advertirse en su cartel.
Así, volviendo a los responsables de Commando, y dando por hecho juzgado la culpabilidad de escritor y director, la cuarentena perpetua para ambos sería justa sentencia. Vayan anotando números de reo y apellidos.
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Me estoy muriendo de la risa ahora mismo tras leer la crítica.