Película Quiero la Cabeza de Alfredo García

Sugerente título para un film que ofrece lo que promete: una historia de cazadores de recompensas, aunque narrada de una manera ciertamente singular. Particularmente, hace tiempo que sentía una notable atracción por ver este largometraje, imaginando una épica lucha entre captores y el tal Alfredo García, el cual probablemente resultaría un fuera de serie con una pistola en las manos. Nada más lejos de la realidad, pues el explicito nombre de la película no puede ser, como pueden comprobar a la postre, más literal.

Peckinpah nos presenta una cinta durísima, en un escenario realmente sucio y triste. La trama nos sitúa en Méjico, donde la hija de un importante y malvado terrateniente ha quedado embarazada por el hombre que da título a la historia. Sintiéndose el poderoso padre gravemente mancillado, la cabeza de Alfredo García queda altamente cotizada para cualquier buen cazador que alcance el objetivo. No obstante, la persona con más opciones de hacerse con el dinero ofertado será Benny (Warren Oates), un mísero pianista bebedor de tequila y enamorado de una prostituta que anteriormente fue amante de García.

Benny, un tipo bastante sórdido y asqueado de la vida, ve en estas circunstancias una oportunidad para escapar de su lamentable situación y ofrecer a su amada Elita (Isela Vega) un futuro más prometedor. Para ello, nuestro protagonista tiene claro que hará cuanto sea necesario en su duro y brutal camino. En él habrá de enfrentarse a múltiples peligros y desgracias hasta alcanzar su meta. Así, pronto la película confirma lo que es: una macabra crónica de violencia, cargada de tiroteos, muertes y suciedad infinita rodeada de moscas que sume al protagonista en un caos mental absoluto, atropellando las barreras de la cordura.

Extraña y especialmente salvaje por momentos, la película realmente engancha a un espectador que asiste perplejo al caos propuesto por Peckinpah. Una cruda cinta que, si bien no es un prodigio fotográfico y técnico, sí lo es en su propuesta emocional, colaborando bastante a ello la buena interpretación de Warren Oates -aconsejable admirar en su versión original subtitulada-. En definitiva, una obra muy interesante que muestra sin tapujos, y de forma muy directa, la oscuridad que puede imperar en un hombre desesperado de camino hacia las tinieblas.