
Valoración de VaDeCine.es: 5,5
Título original: The Runaways Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2010 Duración: 106 min. Dirección: Floria Sigismondi Guión: Floria Sigismondi (biografía: Cherie Currie) Fotografía: Benoit Debie Música: Lilian Berlin Intérpretes: Kristen Stewart (Joan Jett), Dakota Fanning (Cherie Currie), Scout Taylor-Compton (Lita Ford), Michael Shannon (Kim Fowley), Riley Keough (Marie Currie) Página web Trailer
LA DOMESTICACIÓN DEL ESPÍRITU DEL ROCK
Tras una admirable carrera en el mundo del videoclip, Floria Sigismondi debuta, como tantos otros compañeros de gremio ya hicieran, en el largometraje. Y da el paso de forma natural, cambiando de formato pero no de temática. Decidida a reivindicar la figura de la banda femenina de punk-rock The Runaways, la novel realizadora ítalo-canadiense se sitúa a mediados de los 70 para fortalecer la propuesta con su experiencia a la hora de ligar imagen y sonido, visual y auditivo. Desafortunadamente para ella, el ritmo narrativo poco tiene que ver con el musical; lamentablemente, a diferencia que en los clips, el tempo no tiene correspondencia directa y exacta con los beats.
The Runaways cosecharon un puñado de éxitos y otras tantas polémicas en su corta existencia. A medio camino entre la autenticidad de Joan Jett, alma de la formación, y la artificiosidad pretendida por su productor y fundador Kim Fowley, se situaría su primera lead singer Cherie Currie, chica bien convertida en lolita autodestructiva por arte y gracia de su propia desorientación. Una falta de rumbo que condenaría a un grupo que viviría ensombrecido por la duda de su veracidad: ¿chicas guerreras o astuto oportunismo promocional?
En uno de los aciertos de la cinta, Sigismondi se acerca a la espinosa controversia, dando vuelo a Michael Shannon en el retrato de un Fowley manipulador e histriónico. Sin embargo, afronta este interesante punto en una trama demasiado supeditada a la convencional crónica de ascenso, fulgor y caída de una banda. La consabida muerte por éxito en usual combinación de drogas, egos y celos. Un enfoque tan ordinario que condena cualquier atisbo de perdurabilidad de la película.

En cualquier caso, al film no se le puede acusar de falta de coherencia, pues Sigismondi decidió rodar su adocenado guión con todos los manidos recursos a su alcance. Escasa originalidad en la propuesta visual para una cinta en la que uno sólo vibra con el poder eléctrico de guitarra y amplificador, especialmente el de acordes inspiradores para The Runaways: los de Bowie y su Rebel Rebel o The Stooges en su magnífica I Wanna Be Your Dog, que viste la que tal vez sea la mejor secuencia de la película, junto a la rememorada interpretación en Japón de Cherry Bomb , allá por 1977.
Protagonizada por las chicas 'Twilight' Kristen Stewart y Dakota Fanning, se hace algo difícil de creer la salvaje rebeldía que pretende reinar el metraje. Pero no a causa de ellas, algo aturdidas ante el desdibujado trazo de sus personajes, sino como consecuencia directa del camino por el que deambula el cumplido pero pusilánime largometraje. Un camino vallado que transita los cauces más habituales del biopic musical. Y es que la sensación de ganado estabulado no se borra por más drogas, airadas discusiones o cuajarones de sangre menstrual que uno presencie en pantalla.

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12 personas en la sala. A mi lado un chico que le explicaba la historia de Bowie o Iggy Pop a su amiga (o novia o a saber qué) cada vez que aparecía una referencia a ellos. Cuatro chicas delante nuestro que auguraban múltiples comentarios interesantísimos terminaron comentando las fotos del movil durante los últimos veinte minutos.
En mi opinión un poco aburrida, algunos detalles forzados (a lo mejor me equivoco pero... ¿de verdad que los representantes arengan así?) y sin embargo las dos actuaciones del grupo que aparecen están guapísimas. Floria Sigismondi mejor directora de videoclips que argumental.
Un saludo a todos