Escrito por Inmafun
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Viernes, 10 de Septiembre de 2010 |
1894
Valoración espectadores: 7.00
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Valoración de VaDeCine.es: 7
Título original: Bright Star Nacionalidad: Reino Unido Año: 2009 Duración: 119min. Dirección: Jane Campion Guión: Jane Campion Fotografía: Greig Fraser Música: Marc Bradshaw Intérpretes: Ben Whishaw (John Keats), Abbie Cornish (Fanny Brawne), Paul Schneider (Mr. Brown) Página web Trailer
Si hay algo que caracteriza la obra de John Keats como poeta romántico es su deseo de hacer de algo tan mutable como la belleza un legado imperecedero que alcance la eternidad. Jane Campion, creadora del celebrado drama El piano (1993), rescata el ideario de los contraventores literatos de principios del XIX para brindarnos un biopic poco o nada ordinario acerca de los últimos años de vida del mencionado poeta.
El tempo narrativo transcurre pausado, pero sin perderse en la parsimonia. Entre tanto, Campion, consciente de las posibilidades artísticas que una historia literaria le brinda, conjuga en gran equilibrio poesía visual y lírica, cadencia que acompaña todo el metraje de la cinta y que explota a la perfección. Hubiese sido fácil caer en un resultado melifluo y cursi. Sin embargo, la directora posee el curioso don de recrearse una y otra vez en la belleza estética evitando el acostumbrado empalago. Fruto de esta diligente labor, la fotografía adquiere unos matices armónicos exquisitos.

Ben Whishaw, en el rol de Keats, capta a la perfección el intrincado carácter del literato. Contenido y atormentado, luchará por un reconocimiento que no acontece (ni acontecería hasta después de su muerte). Entre tanto se entrega a un amor malogrado por la cruel mano del sino que, irremediablemente abocado a la tragedia, contravendrá los frívolos convencionalismos de la sociedad pre-victoriana. Su amada, una radiante Abbie Cornish en el papel de Fanny Browne, encarnará a una desolada Penélope que, entre puntada y puntada, espera la plenitud de un amor que sucumbe una y otra vez fruto de un perverso azar.
Por su parte, la realizadora neozelandesa, en un estudiado ejercicio de sensatez, consigue escapar del consabido formulismo que suele impregnar el drama de época. Buscando la mesura en las proporciones, exhibe lo mejor del paradigma clásico adornado con sabias pinceladas personales que se alejan del canon propio del género. Es ésta una manifestación que destila genio y autenticidad en grandes proporciones, sin embargo, quizá por la contención de las pasiones inherente a la trama, el imponente carácter que la directora supo insuflar a El piano, no es explotado de pleno en la cinta. No obstante, Bright Star supone un nuevo soplo de aire fresco en la carrera de la directora y un gratificante reencuentro con un público que, aunque parcialmente satisfecho, espera el resurgir de la Jane Campion más visceral y provocativa.

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Adoro los biopic, las pelis de época, y esto que mencionas de tener un rasgo distintivo me entusiasma más todavía!!!
Casi, casi la veo el otro día, y después, bueno, me quedé al final sin ver nada. A ver si entre hoy o mañana la veo ;)