
Valoración de VaDeCine.es: 6
Título original: Brothers Nacionalidad: EE.UU. Año: 2009 Duración: 104 min. Dirección: Jim Sheridan Guión: David Benioff Fotografía: Frederick Elmes Música: Thomas Newman Intérpretes: Tobey Maguire (Sam Cahill), Natalie Portman (Grace Cahill), Jake Gyllenhaal (Rommy Cahill), Sam Shepard (Hank Cahill), Mare Winningham (Elsie Cahill), Patrick Flueger (Joe Willis)
Tráiler
El gusto del siempre interesante director Jim Sheridan por retratar en sus películas familias descompuestas por hechos ajenos (mayormente, de raíz política o social), tiene aquí un nuevo episodio. En esta ocasión, aparecen de fondo los ecos de la reciente intervención militar estadounidense en los países asiáticos, en concreto, en Afganistán. Se trata de calibrar cómo la ausencia y posterior regreso de un valiente y comprometido marine, Sam Cahill, de familia (cómo no) militar y altamente patriótica, influye y quiebra la estabilidad de los que permanecen -especialmente su mujer-, introduciendo como elemento conflictivo el personaje de su hermano, ex-convicto e imagen antagónica de todo lo anterior.

Para ello, Sheridan focaliza su mirada en los dos frentes, el bélico y el familiar. Sin embargo, es éste segundo el que descaradamente más le interesa, sirviéndose de aquél únicamente para puntuar duramente la narración mediante la filmación de algunas escenas tensas que muestran la captura y el martirio al que son sometidos Sam y un compañero. Da la impresión, no obstante, de que esta parte pretendidamente cruenta, no lo es tanto en la realidad, a pesar de que se nos muestre un violento hecho que vaya a ser decisivo en el devenir del personaje principal; no hay un verdadero pulso en la manera de filmar, lo suficiente como para que nos creamos la sensación de peligro propuesta; y la caracterización del enemigo es rectilínea y no ofrece ninguna clase de matices, lo cual le resta credibilidad al conjunto. Empero, la parte principal, el drama, funciona mejor, aun con sus defectos. Al contrario de lo que se podía presumir teniendo en cuenta las características de la historia, no existe un alto grado de almibaramiento en la misma. Sin ser sentimientos denotados mayúsculamente, o en los que se profundice en demasía a lo largo de la narración, la añoranza y la culpa asoman a lo largo de la misma, y el resquebrajamiento y consecuente desorden familiar que afecta directamente a los lazos afectivos que se establecen entre los diferentes personajes (esposa, hermano, padre e hijas, principalmente), existe, aunque para subrayarlos el director se apoye más en la capacidad de los actores que se dan cita que en su propia valía. Merecen ser destacadas, sin embargo, un par de secuencias que bien resumen la conjunción anterior, y son aquéllas en las que toda la familia se reúne a cenar para celebrar algún hecho importante (al principio, la vuelta del hermano y la partida del marine; y al final, el regreso del marine, con la excusa añadida del cumpleaños de una de sus hijas); en ambas, se crea un ambiente de creciente tensión fundado en una planificación certera en cuanto a captar miradas, gestos y, también, palabras, que bien viene a reflejar la ambivalencia de caracteres, los sentimientos cruzados y, en definitiva, la gravedad de la situación vivida por los personajes. Son los momentos donde mejor se captura la esencia, de índole traumática, de la historia que se nos cuenta.

Finalmente, es de agradecer que la evidente historia amorosa que subyace en el relato, quede relegada a un segundo plano y se prefiera dar una mayor importancia al significado que ésta tiene, en la teoría, dentro de aquél; se obvia el gesto para ensalzar el sentimiento cruzado, en definitiva. Curiosamente, esa especie de contención desaparece en la caracterización que Tobey Maguire hace de su personaje, que vive permanentemente al borde del colapso (y nosotros, en el precipicio de la temible carcajada), hasta que éste, en efecto, ocurre, recalcándose sus tormentos interiores y el subsiguiente mensaje final de manera innecesaria. Da la impresión de que Jim Sheridan podría haber hecho algo mejor en ese sentido, pero parece que se gusta en acompañarse de grandes nombres y convivir despreocupadamente con ello, sin meter mucho la mano en la manera en que quiere que éstos actuén. El resultado puede derivar sutil, o rematadamente tosco.
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Voy a tener que verla, definitivamente. He leído reseñas que la destrozan y otras que hablan maravillas. Yo vi la de Bier, la original. Y me encantóoooo, en todo: contenido, forma de filmar, actuaciones. Si no recuerdo mal, creo haberle puesto un 9!!!
La historia es buena, hay que ver como se desarrolló acá.