
Valoración de VaDeCine.es: 4
Título original: Motherhood Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2009 Duración: 90 min. Dirección: Katherine Dieckmann Guión: Katherine Dieckmann Fotografía: Nancy Schreiber Música: Varios Autores Intérpretes: Uma Thurman (Eliza Welsh), Anthony Edwards (Marido de Eliza), Minnie Driver (Sheila), Daisy Tahan (Clara) Trailer
El onanismo satisface plenamente a quien se lo procura. Sin embargo, no suele resultar tan grato de presenciar. Una regla bien sencilla que se debería explicar a muchos guionistas de la actualidad. Su día a día, su cotidianeidad, por mucha naturalidad que aporte al texto, no merece interés únicamente por sí misma. Está bien bucear en la realidad o la autobiografía en busca de inspiración, pero uno corre serio riesgo de quedarse sin aire. El problema se puede multiplicar si la dirección la firma el mismo ombligo. Una Mamá en Apuros -libérrima y desafortunada traducción de Motherhood-, el último trabajo de Katherine Dieckmann, se asfixia en esta sucesión de hechos.
La autora nos muestra, a través de un alter ego materializado en Uma Thurman, como el hecho de ser mujer perjudica en la carrera artística, sobre todo cuando se abandonan las aspiraciones profesionales por la maternidad, esa absorbente cualidad que hace que en la propia vida se pase de estrella a farragosa secundaria. De los sueños juveniles a la existencia vulgar. Casi sin que te des cuenta.
Estresante fiesta de cumpleaños para diablillos mellicos.
Aunque a esta cinta le cueste reconocerlo, la frustración por las metas no alcanzadas afecta a ambos sexos. Y refugiar el fracaso tras la maternidad, una opción al fin y al cabo, parece, cuando menos, ventajista. Arrepentida de ello, en su desenlace, la cinta se tiñe de positivismo y, finalmente, sale del refugio para afirmar que se puede ser madre y escritora, que también un padre, a su manera, se ocupa de los críos, que las pequeñas cosas merecen al pena… y todos esos mensajes tan vitalistas como manidos.
Sin embargo, esta ligereza argumental no incomoda, sostenida en un aséptico pero eficiente plan de rodaje y en Uma, esa mujer camino del mito, que aun en obras menores deja pinceladas de su talento. Tampoco desentona, cuando se le requiere, Anthony Edwards, quien, cual personaje de Maitena, debe aunar en su persona distintos tópicos masculinos dependiendo de en qué minuto del metraje nos encontremos.
Gafas de pasta, gabardina, MacBook... So cool!
Con todo, y a pesar del realismo que las historias en primera persona se supone aportan, se hace muy difícil compadecerse del cliché neoyorquino del West Village cuya “tragedia” le impide realizarse, obligándole a volcar sus pensamientos en su blog. Pero el rechazo no me sobreviene por el esnobismo inherente, que acostumbro tolerar, sino por el anodino desarrollo de la trama.
Tal vez la cinta esté plagada de chistes privados y pequeñas bromas, pero lo cierto es que nunca lo sabremos; llegaremos a los títulos de crédito sin haber siquiera sonreído, defecto capital para una supuesta comedia. Pero claro, el ‘ombliguismo’ es lo que tiene: el autor se parte de risa y cree rozar la genialidad mientras el resto del mundo se queda con cara de palo. Ya advertimos al inicio de sus consecuencias.
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por lo visto esta peli se ha pegado un ostión histórico en la taquilla de reino unido. No sé si será cierto, pero dicen que la han visto once personas en su estreno.. nueva leyenda urbana?