
Valoración de VaDeCine.es: 2
Título original: Terminator Salvation Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2009 Duración: 115 min. Dirección: McG Guión: John D. Brancato Michael Ferris Fotografía: Shane Hurlbut Música: Danny Elfman Intérpretes: Sam Worthington (Marcus Wright); Christian Bale (John Connor); Moon Bloodgood (Blair Williams); Anton Yelchin (Kyle Reese); Bryce Dallas Howad (Kale Connor); Helena Bonham Carter (Dra. Serena Kogan). Página web Trailer
El declive de la franquicia se intuía desde su tercera entrega, ya sin James Cameron, consagrada al oportunismo con un bellezón como nuevo robot enviado para acabar con el futuro jefe de la resistencia y poco más. McG (perdónenme la broma pero un tipo que firma así sus películas no puede inspirar confianza) ha eliminado cualquier tipo de duda: Terminator Salvation es horrenda, una consagración de la estupidez. Cameron debería pagar un matón a sueldo para acabar con este tipo en compensación por la defunción de una franquicia que el director de Titanic llevó al Dorado en sus dos primeras entregas. Saben de lo que hablo: ese lugar donde arte y negocio se dan la mano y todo dios vuelve contento a casa. Regreso al Futuro, la nombrada Titanic, El Señor de los Anillos, The Dark Knight… películas exitosas a las que el más concienzudo de los críticos no puede poner pero alguno.

En Hollywood, ahora que casi cualquier cosa puede ser expuesta en una pantalla de cine, pensarían que ya bastaba de persecuciones temporales. Que era el momento de llevar la franquicia Terminator al lugar que todos imaginábamos pero no habíamos visto. El reclamo era legítimo y pienso que había material para una película. Lo demuestra ese atrayente futuro post-apocalíptico a lo Mad Max que uno acierta a observar bajo el hipertrofiado mundo de las dichosas maquinitas. No obstante, tras un prólogo intrigante y una audaz secuencia de presentación del escenario de la película, su horripilante guión, indigno de un largometraje de este calibre, nos lanza de bruces contra la cruda realidad de un sacacuartos sobrepromocionado y vacío, sensiblero a más no poder e increíblemente torpe en el desarrollo de una historia nada complicada. Una gran mentira que, como mucho, vivirá de la inconsciencia de los espectadores durante los tres primeros días de proyección. Una vez que el boca a boca se consolide, el público, incluso el menos exigente, debería huir de ella. En una especie de regurgitado entre franquicias, Terminator Salvation se alimenta de Matrix como ésta hiciera con las películas de James Cameron. Y claro, tanto reciclaje ha ido degenerando el producto y la indigestión es de aúpa. Con dudosa visión comercial, los guionistas calcan lo peor de las dos últimas partes de la trilogía de los Wachowski. La resistencia parece encontrar un método de desactivar a las máquinas y plantean un ataque total al centro de operaciones de Skynet. John Connor (Christian Bale) trata sin embargo de retrasarlo sabedor de que entre los humanos allí encerrados se encuentra su “futuro” padre.

Christian Bale, en consecuencia con la calaña del curro en que se encuentra, ofrece su peor actuación de siempre. Decide, bien por propia iniciativa o bien por sugerencia del director, vaya usted a saber, que lo de la teatralidad del Caballero Oscuro pega con John Connor, aunque no haya máscara de por medio ni identidad que proteger. Del resto del reparto mejor ni hablar, desde Helena Bonham-Carter a una casi irreconocible Bryce Dallas Howard, todo el elenco anda contagiado del virus de la incompetencia, en especial el rígido Sam Worthington. Actos heroicos, grandilocuentes discursos, profundidad emocional. Todo es presunción, una falacia. Nada hay de verdadero en ni uno sólo de los fotogramas. De hecho, uno no puede evitar alguna desconsolada carcajada ante algunas de las incomprensibles reacciones y comportamientos de los protagonistas. Hagan un favor al cine comercial. Demuestren el poder del espectador y no vayan a ver esta película. Descárguensela si tienen impulsos masoquistas. Evitarán al menos la proliferación de excrementos fílmicos.
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Te has quedado a gusto! jajaja. Me encanta, sin pelos en la lengua.De una película broza sale una crítica con mucho arte!