Película 17 Otra Vez

Diseñada para el lucimiento de un correcto Zac Efron, he de reconocer que esta película me genera sensaciones encontradas. Por un lado, aprecio su operatividad como comedia de adolescentes al uso que, al igual que sucedía antaño, expone su ameno discurso en apenas noventa minutos de liviano entretenimiento. De hecho, nunca renegué de este tipo de cintas de instituto que tantas digestiones de media tarde han acompañado con su ligereza. Y es que 17 Otra Vez contiene todos esos elementos clásicos del subgénero que, sin molestar demasiado, nos divierten medianamente con variadas estupideces. Sin embargo, es inevitable darse cuenta que estamos ante otro producto convertido en un auténtico refrito en su búsqueda de la fórmula perfecta. Un bochornoso “corta y pega” en el que veremos tantos calcos de otras películas como gags y situaciones graciosas aparecen en ésta.

Regresando al manoseado recurso de una persona encerrada en un cuerpo de edad equivocada, el film nos presenta la desastrosa vida a los 37 años de Mike O’ Donnell, un antiguo chico popular del instituto con opciones de triunfar en el basket que, tras dejar embarazada a su novia y casarse, acaba convertido en un adulto gruñón al borde de perder a su familia. No obstante, un extraño fenómeno le dará una segunda oportunidad para rehacer su vida: por obra de magia, Mike rejuvenece hasta sus añorados 17 años. Desconcertado, nuestro protagonista se pregunta qué hacer para aprovechar el sorprendente milagro. Así, lo que en un principio parece una ocasión única para culminar su truncada carrera deportiva, pronto acabará siendo el vehículo perfecto para proteger y conocer mejor a sus hijos, ahora compañeros de clase, y recuperar a su querida mujer.

Zac Efron, a lo Levi Marty Strauss contra el Biff de turno

Cargada de clichés, como digo, ya imaginarán por donde andan los tiros en la cinta: abundantes bromas sobre el choque generacional, enredosas relaciones de colega con los hijos y, por supuesto, una fulgurante escalada hacia la popularidad de este resabiado adolescente de 37 años. Un conocido cóctel que, aunque se deja beber, no aporta gran cosa en realidad. De esta manera, la nula originalidad es patente y censurable, encontrando, además, determinados chistes demasiado ridículos y difíciles de perdonar.

En definitiva, recordando tantas y tantas películas tras el visionado de ésta, viene a la mente el reciente rumor sobre una posible cuarta entrega de Regreso al Futuro, supuestamente protagonizada por el propio Zac Efron. Pues bien, tranquilamente podríamos afirmar que el encantador chaval, con esta película, ya ha cumplido gran parte del sueño de interpretar al carismático Marty McFly. Esperemos que el sacrilegio quede limitado a este burdo ensayo general, tan peligrosamente fronterizo al plagio.