Valoración de VaDeCine.es: 2,4
Título original: The Strangers Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2008 Duración: 85 min. Dirección: Bryan Bertino Guión: Bryan Bertino Fotografía: Peter Sova Música: tomandandy Intérpretes: Liv Tyler (Kristen McKay), Scott Speedman (James Hoyt), Gemma Ward (Dollface), Kip Weeks (Man in the Mask), Laura Margolis (Pin-Up Girl), Glen Howerton (Mike)
Página web y Trailer
Debuta Bryan Bertino con este largometraje encuadrado en ese género del que tan difícil se hace ver estrenadas ya no piezas brillantes, sino al menos, dignas: el terror.
A pesar del esfuerzo realizado por el novel director, y de contar con una financiación adecuada al proyecto, que incluye en reparto a dos caritas conocidas, Liv Tyler y Scott Speedman, el conjunto de la obra se va por el desagüe de los lugares comunes del género: los escandalosamente gratuitos sobresaltos como único fin; utilizando como medio, o más bien como excusa, una trama que nos muestra como una pareja vuelve a su residencia de verano tras la boda de un amigo, un tranquilo refugio en medio de ninguna parte que pronto tornará en pesadilla cuando reciban la inesperada “visita” de unos extraños.
De las pocas escenas conseguidas en el film. Y la única que no nos atrona con un susto sonoro. Gracias.
Aparentemente, se toma el realizador cierto tiempo en ir dibujando a la pareja protagonista, pero al igual que el resto de elementos de la película también queda a medias este retrato, impidiendo al espectador identificarse con unos protagonistas que deambulan con aire nostálgico por el film debido a una crisis de pareja de la que nunca sabremos el motivo. La irritación con los protagonistas se vuelve mayúscula al comprobar sus reacciones ante determinadas situaciones de peligro, pues todo parece encaminado a engarzar el siguiente respingo del espectador, encadenando sustos en un inexistente argumento.
Si alguien desea exculpar al film remitiendo al debate sobre la gratuidad de la violencia en nuestra sociedad y el horror que implicaría verse en una situación como la expuesta, que revise Funny Games (Michael Haneke, 1997, 2007) y podrá apreciar un verdaderamente genial enfoque sobre el tema, y no este bochornoso plagio desde una óptica comercial, que para colmo, no duda en tirar de archivo para rodar secuencias con parecido más que sospechoso a clásicos del género, cómo la visión subjetiva de la aterrorizada chica a través del armario laminado, correspondiente a Halloween (John Carpenter, 1978). Visualmente tampoco aporta novedad, recurriendo como elemento estrella en este campo a unas máscaras que remiten a otras propuestas; así, como curiosidad, conocemos al que bien podría ser el padre del chico de El Orfanato (J.A. Bayona, 2007).
No convendría olvidar lo exasperantemente tramposa que resulta la cinta, que por momentos reduce el campo de visión del espectador más que el de los propios protagonistas e incluso más allá de lo aceptable, recurriendo a sucios trucos como desenfocar constantemente el fondo o el uso masivo de primeros planos, maniobras poco imaginativas y una vez más, insisto, encaminadas a convertir la película en lo más parecido a un túnel del horror de feria.
Como resumen, o por si había alguna duda de los objetivos del producto, el final entra directamente en la lista de los peores que se recuerdan, poniendo la guinda a esta auténtica tomadura de pelo, cuyo visionado es perfectamente eludible con mirar el trailer, pues en él se resume su escaso interés. Economicen en esta época de crisis, y guarden su dinero para mejor ocasión.
A lo largo del metraje son varias las ocasiones en que el personaje de Liv Tyler pregunta y se lamenta sobre el porqué ellos han sido elegidos para sufrir esa horrible tortura. Lo cierto es que tras contemplar la película, no cabe a los pobres espectadores sino formular a los creadores de ésta la misma e implacable cuestión: “¿Porqué nos hacéis esto?”.
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"Economicen en esta época de crisis, y guarden su dinero para mejor ocasión".
Te juro que he oído a Gasset en mi cabeza al leer esto.
Pues fiajte que aquí en EEUU ha sido una de las sorpresas del verano. Como estaba la sala? Seguro que tampoco le va mal en España.