Valoración de VaDeCine.es: 6,3
Título original: Batman Returns Nacionalidad: Estados Unidos Año: 1992 Duración: 126 min. Dirección: Tim Burton Guión: Daniel Walters (cómic de Bob Kane) Fotografía: Stefan Czapsky Música: Danny Elfman Intérpretes: Michael Keaton (Bruce Wayne/Batman), Danny DeVito (Oswald Cobblepot/Pingüino), Michelle Pfeiffer (Selina Kyle/Catwoman), Christopher Walken (Max Shreck), MIchael Gough (Alfred Pennyworth), Pat Hingle (Commisionner Gordon)
Trailer
Nunca es tarea sencilla para un director enfrentarse a un encargo, y el problema se agrava si el realizador es de aquellos a los que gusta llevar a cabo proyectos muy personales. No es fácil salvar el tipo cuando uno se enrola en una superproducción cinematográfica y todo el mundo tiene los ojos posados sobre el resultado final. Pues bien, Tim Burton volvió y, al menos, consigue no estrellarse al ponerse de nuevo a los mandos del batmóvil. La presentación del film no puede ser más espectacular, y en unos inolvidables títulos de crédito Burton nos guía con uno de sus habituales movimientos de cámara a través de las alcantarillas, conducidos por la genial partitura de Danny Elfman, en una de las mejores introducciones a un personaje que se recuerdan. La nueva visión de Oswald Cobblepot "Pingüino" será por siempre rememorada, creando el enorme Danny DeVito uno de los mejores villanos de la saga, ayudado, como no, de un gran vestuario que lleva a la gran pantalla los bizarros pensamientos burtonianos. Tampoco escatima talento el realizador al mostrarnos la transformación en Catwoman de Michelle Pfeiffer, que se muestra cautivadoramente sensual enfundada en un disfraz que ha generado, desde entonces, millones de fantasías nocturnas en cuero negro. La Pfeiffer siempre será nuestra gatita, lo sentimos Halle.
Icónicos villanos. La Bella y la Bestia.
La renovada visión de los villanos de Gotham City, junto a la puesta en escena de dicha ciudad son, de largo, lo mejor de la película, y ni que decir tiene, que los mejores momentos del film se sostienen sobre estos pilares básicos. Todo ello envuelto en una blanca y tenebrosa Navidad, muy en la línea que el realizador seguiría para su Pesadilla Antes de Navidad (1993). Sin embargo, y como mal endémico de los Batman de Burton, nos volvemos a topar con el desdén del cineasta hacia el supuestamente personaje principal de la historia. Interpretación, maquillaje, profundidad, originalidad...Todos los puntos fuertes de los villanos se transforman en puntos flacos del héroe. La falta de cariño hacia nuestro Señor de la Noche resulta irritante. El guión del film funciona para los intereses del director, trazando perfectamente el carácter de Pingüino y Catwoman, moviéndose con soltura por los fangosos terrenos del argumento para cómic sin llegar a hundirse y salpicando la trama con ciertos toques de humor que personalizan la cinta. Una vez más se adentra en los parajes del ser despreciado por la sociedad que es, con hipocresía, aceptado en primera instancia para luego verse brutalmente rechazado, mostrando con ello a los verdaderos monstruos que actúan como miembros respetados de nuestra infame sociedad, argumento recurrente en la filmografía del director (en Eduardo Manostijeras, sin ir más lejos).
Alfred, prepara los polvos de talco que me vuelvo a enfundar el traje de plastiquete
Sin embargo, las secuencias de acción, algo básico en este tipo de films son esperpénticas, teatrales, propias de un espectáculo de parque de atracciones (Warner en este caso), con un Batman sin cintura embutido en un pesado traje que el pequeño Keaton no acierta a menear. El uso de los archiconocidos bat-artilugios no podría ser más forzado: distraen la atención del espectador y ralentizan el ritmo descaradamente.
No obstante, a pesar de los problemas comentados, la película se convirtió en un éxito y así, Burton cerró su participación en la saga del Hombre Murciélago airoso, aportando su inconfundible estilo visual, reinventando malvados enemigos con su gótica visión claramente heredera de la singular obra de Edward Gorey, autor e ilustrador de historias infantiles macabras desde los años 50. Sin duda, todo un referente para Tim Burton.
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Magnifica crítica que define una peli mejor situada en nuestro recuerdo de lo que merece.. no obstante, Pingüino y Catwoman: SENSACIONALES.. y yo como siempre que un icono nace, no me queda más que reconocer el merito al hecho, y aqui ven la luz 2 mitos.