Valoración de VaDeCine.es: 7.5
Título original: Two lovers Nacionalidad: EE.UU. Año: 2008 Duración: 110 min. Dirección: James Gray Guión: James Gray, Ric Menello Fotografía: Joaquín Baca-Asay Montaje: John Axelrad Intérpretes: Joaquin Phoenix (Leonard Kraditor), Gwyneth Paltrow (Michelle Rausch), Vinessa Shaw (Sandra Cohen), Moni Moshonov (Reuben Kraditor), Isabella Rossellini (Ruth Kraditor), Elias Koteas (Ronald Blatt)
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Una reformulación del melodrama clásico. Un giro inesperado pero convincente y lleno de desgarro en la carrera de su joven director James Gray, habitual caminante de los páramos del thriller. Ésta es la base genérica sobre la que discurre su último film, Two lovers, libre revisitación del universo particular que a finales de los 50 el gran director Luchino Visconti ideara en su Noches blancas, a partir de un relato del famoso escritor ruso Dostoievski. Queda patente, pues, el interés del realizador neoyorquino por acercarse a las relaciones humanas y a la familia sea cual fuere la óptica, el envoltorio del que se sirva para la mostración de tan complejos menesteres; su capacidad no se verá mermada en el intento. Más al contrario, saldrá reforzado del envite.

Apoyándose en el inconmensurable trabajo de su fiel escudero Joaquin Phoenix, Gray nos relata una historia de amor que en realidad son varias y que tienen como eje central al personaje interpretado por aquél: Leonard. Y lo hace dejando a un lado cualquier signo de sentimentalismo vacuo al uso para, en su lugar, escudriñarse en los meandros de la dificultosa existencia del mencionado protagonista (quien padece un trastorno bipolar causado por un desengaño amoroso anterior que lo hace intentar suicidarse fallidamente), sometiendo a un riguroso y apasionante estudio su comportamiento y lazos afectivos que establece no sólo con las dos chicas a las que conoce, sino con su propia familia, sobreprotectora y que le impide desarrolarse plenamente como individuo. Y para dar forma a esa interconexión de sensaciones y tormentos, de miradas furtivas y gestos cariñosos, de pasiones y desengaños, de felicidades momentáneas y tristezas permanentes, el realizador opta por mimar con su cámara a los personajes, aproximándose tanto y tan bien a ellos que consigue emocionarnos y herirnos a partes iguales, dejando que los sentimientos fluyan en el interior del plano y sobresalgan del mismo como si nada de aquello pareciera que lo estuviésemos viendo delante de una pantalla, sino que lo viviéramos en primera persona ante unos completos desconocidos que, a pesar de todo, nos atrapan irremisiblemente en lo más profundo de su ser, porque lo que presenciamos es su verdad, que no es sino la verdad.

Si no fuera porque la planificación argumental deja en exceso de lado a una de las novias del protagonista (cuando aquélla posee peso específico en el planteamiento y devenir del relato), impidiendo así un cierre regular del círculo de interrelaciones propuesto y reflejando un leve encaprichamiento narrativo, la película sería prácticamente redonda. Aun así, nos encontramos ante una muestra inequívoca de buen cine, filmado con sublime elegancia (la fotografía bien se atiene al estado anímico de los personajes, variando su escala cromática según la situación planteada) y que transmite sensaciones de auténtico valor dramático, insufladas de un aire lírico que la aupan definitivamente.
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Recien ahora me doy cuenta que vi esta peli hace ya bastanteeee, esas cosas de las diferentes fechas de estreno que tiene el mundo :s
Y si, el drama es ampliooo, y esta muy bien encarado. Hasta por momentos te crispa los nervios las decisiones de estos personajes tan a la deriva. La verdad es que esta para verla de nuevo.
;)