Valoración de VaDeCine.es: 5
Título original: Shutter Island Nacionalidad: U.S.A. Año: 2010 Duración: 139 min. Dirección: Martin Scorsese Guión: Laeta Kalogridis Fotografía: Robert Richardson Intérpretes: Leonardo DiCaprio (Teddy Daniels) ; Mark Ruffalo; Ben Kingsley (Chuck Aule); Ben Kinsgley (Dr. Cowley); Max Von Sydow (Dr. Naehring); Jackie Earley-Haley (George); Emily Mortimer (Rachel) Página web y tráiler
LA DELGADA LÍNEA ROJA
Una delgada línea roja separa la cordura de la locura. Los soldados de Terrence Malick lo sabían y por eso se agarraban a lo que podían de dentro o fuera de la isla de Guadalcanal en la que intentaban llevar a cabo su misión suicida. Dennis Lehane, autor de la novela en la que se inspira esta Shutter Island y su director, Martin Scorsese, nos dicen que dicha línea es delgada, sí, pero además difusa, curva, quebrada e incluso incompleta a veces, y que uno mismo puede reescribirla de manera que ya no sepa a qué lado de la misma está.
Teddy Daniels (DiCaprio) y Chuck Aule (Ruffalo) son dos
agentes judiciales enviados a una isla de la bahía de Boston con una misión muy clara. Una paciente del internado de dicho lugar ha desaparecido sin dejar rastro y deben averiguar por qué y cómo. Ni que decir tiene que dicha instalación alberga a los más peligrosos maníacos y zumbados que además han cometido los delitos más aberrantes. Una vez allí empezarán a descubrir lo que se oculta tras los métodos de los responsables del manicomio-prisión, lo cual, por supuesto, no traerá nada bueno para ellos.
DiCaprio y Ruffalo, de camino a la isla
Ambientada justo después de la Segunda Guerra Mundial, Shutter Island intenta (y lo consigue en algún momento) crear una atmósfera opresiva, claustrofóbica y desconcertante para que el espectador se vea involucrado al máximo en los acontecimientos que viven los protagonistas al entrar en este universo autosuficiente que es la isla. El problema que tiene que es que utiliza recursos tantas veces vistos que aunque están bien dosificados, no zarandean al público como debieran. Flashbacks, sueños (incluso con planos al revés como si el Agente Cooper fuera el que lleva la investigación), sonidos, luces y truquitos para aturdir al protagonista y al patio de butacas. Todo para descubrir una suerte de juego de espejos bastante previsible en su trama general pero que sin embargo deja una extraña y buena sensación de aturdimiento en la micro historia del protagonista, una especie de héroe Mementiano que al final arrastra al espectador en su confusión, lo cual creo que es lo que busca el conjunto.
Comienza la investigación
Así que lo que debiera ser un estudio sobre la culpa, la realidad y los mecanismos de defensa con los que el ser humano hace soportable su insulsa vida, se convierte en un simple juego de "qué ha pasado exactamente aquí" debido sobre todo a su sentencia final, lo cual puede acarrear una entretenida conversación saliendo del cine pero que no irá mucho más allá. Tal vez la moraleja última sea que, estés en el lado de línea que estés, intenta sobrellevar tu vida de la mejor manera posible porque no tienes otra cosa. Y si es viendo películas, mejor.
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Estupendo largometraje, de línea clásica, que bien podían haber sido realizado por otros maestros como Milos Forman, Alfred Hitchcock o Stanley Kubrick. Compuesto por un guión que te mantiene clavado en la butaca, esperando algo que sabes que tiene que ocurrir sin saber el que. También hay que destacar la interpretación de Leonardo Di Caprio, que sigue demostrando que es algo más que el chico de Titanic, (de hecho, ya ha trabajado con lo mejores directores de Hollywood: Martín Scorsese, con el que tiene otros tres proyectos para los próximos años, Christopher Nolan, Sam Mendes, Ridley Scott, Steven Spielberg, Woody Allen y James Cameron). No hay que olvidarse la ambientación, vestuario, banda sonora (que te transmite suspense), fotografía, exteriores y por supuesto, los actores de reparto. En resumen: dos horas del mejor cine clásico.