Valoración de VaDeCine.es: 6.0
Título original: The happening Nacionalidad: Estados Unidos Año: 2008 Duración: 90 min. Dirección: M. Night Shyamalan Guión: M. Night Shyamalan Fotografía: Tak Fujimoto Música: James Newton Howard Intérpretes: Mark Wahlberg (Elliot Moore), Zooey Deschanel (Alma Moore), Ashlyn Sanchez (Jess) Betty Buckley (Mrs. John), John Leguizamo (Julian), Spencer Breslin (Josh) Página web Trailer
El incidente es como un cohete barato. Comienza chispeante, permanecemos expectantes a la explosión y después de ésta... ¿qué nos queda? Pues mucho ruido y un fuerte olor a quemado. Sí, señores, a un comienzo espectacular y prometedor le sigue una trama que pierde fuelle por momentos. Sin duda alguna, bastante decepcionante tras el visionado del tráiler, que anunciaba una de sci-fi de las que hacen época. El director hindú parece que andaba un poquito perezoso y se dedicó a seguir una estructura muy similar (por no decir idéntica) a la de su anterior Señales (2002) y a la de La guerra de los mundos (Steven Spielberg, 2005). ¿Recordáis la obsesión por el agua de la niña de Señales y la espinita en el dedo del niño de La guerra de los mundos?. De ahí el olor a chamusquina. Cambiemos agua o espinita por abeja, añadamos un toque ecologista, unas cuantas escenas apocalípticas (en su favor hay que decir que algunas son muy meritorias) y un toque de matrimonio en crisis. Eso es El incidente. (Tirón de orejas para Shyamalan, eso no se hace).

Todo comienza en Central Park. Una serie de suicidios en masa están acaeciendo en Nueva York, y se están extendiendo a numerosas ciudades de la costa Este. El origen de tan fatídica epidemia es totalmente desconocido, pero se barajan varias hipótesis, entre ellas la de un ataque terrorista. Elliot (Mark Wahlberg) es un profesor de biología cuyo matrimonio con Alma (Zooey Deschanel) anda de capa caída. Para escapar de la epidemia deciden huir de la ciudad junto a Julian (John Leguizamo), amigo y compañero de Elliot y profesor de matemáticas, y su hija Jess (Ashlyn Sánchez), de tan sólo 7 años. La huída en tren, y posteriormente en coche parece no tener fin. La toxina causante del caos parece extenderse de forma incontrolable y para colmo se desconoce el medio por el que se propaga. Nuestros personajes cada vez se ven más acorralados. El pánico se apodera de los pocos núcleos habitados que quedan sin infectar y el cerco se va cerrando de forma claustrofóbica. Elliot tendrá que echar mano de su instinto y de sus conocimientos como biólogo para escapar de esta incontrolable plaga. Así mismo, su amigo Julian , se refugiará en el pensamiento matemático en las situaciones límite.
Si en otros títulos del director los actores brillaban con luz propia, en este caso no podemos afirmar lo mismo. Las actuaciones de la mayoría del reparto son bastante mediocres, a excepción de Wahlberg y de Betty Buckley, que está fantástica en su papel de vieja chiflada y asocial y nos regala algunas escenas maravillosas.
El guión no se sostiene en ciertos momentos. Quedan demasiados cabos sueltos. Las explicaciones que el realizador nos ofrece presentan bastantes incongruencias. Parece que Shyamalan se mete en "berenjenales" demasiado científicos de los que es complicado salir airoso y convencer al público. Algunos gags cómicos (unos más trabajados que otros) aderezan la historia y le dan un toque irónico que no se si va muy bien con el tono general de la película. El final es a todas luces previsible, en este sentido Shyamalan no ha arriesgado nada, cosa que no nos agrada en un director que ha buscado su sitio en la industria precisamente por la genialidad de sus desenlaces, tómense como ejemplo El sexto sentido (1999) o El Bosque (2004).
Aún así, si tenemos en cuenta la de bodrios en cartel que abundan en nuestros cines, merece la pena gastarse los cinco euros de rigor y pasar un buen rato. No todo es malo en la cinta, pero no está a la altura de algunos de los trabajos previos del director. Shyamalan consigue su objetivo, pero sólo a medias. Se supone que el plato fuerte es el terror psicológico, el miedo a lo que no vemos, pero se carga la esencia de éste con unas cuantas escenas que de sutil tienen bien poco (por decirlo de forma eufemística). Shyamalan, ponte las pilas, queremos que lo des todo en la próxima. A tu público no le valen las medias tintas.
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Tras unos minutos que logran crear verdadero interés, el rollo deriva en nada y, encima, el director piensa que ésa es una genial idea que, por cierto, queda clara desde el inicio. En mi opinión es un señor batacazo, con algún detalle de merito, pero batazaco al fin y al cabo.
Tampoco entiendo esos diáologos absurdos y supuestamente irónicos que no le van nada a la peli.
Además, supongo que quería tomar algo del cine Zombie y su decálogo, pero le ha salido un churro
Otra cosa, desconozco lo que costó hacerla, pero ¿no le habéis notado un profundo aroma a bajísimo presupuesto?