Muchas e importantes novedades se agolpan en este comienzo de fin de semana para el festival. Fuera de competición, ayer, en una de esos guiños del certamen para con la industria que tanto foco le otorgan, se presentaba Madagascar 3: Europe's Most Wanted, cuya concurrida conferencia de prensa y paso por la alfombra roja eran casi más esperados que el propio largometraje. Y es que Ben Stiller, David Schwimmer, Jessica Chastain y Chris Rock amenizaban la función. Al fin y al cabo, Stiller tiene ya suficiente poso en la comedia como para levantar polvareda allá por donde pasa. En competición, ayer viernes se presentaba la esperada Reality de Matteo Garrone, director de Gomorra (Premio Especial del Jurado en su día). En su último film, Garrone crea una fábula tragicómica (emparentada con el neorrealismo clásico) acerca de la telerrealidad, la historia de un pescadero napolitano cuya máxima vital es participar en Big Brother. Curiosamente, su protagonista, Aniello Arena, no podrá recoger galardón caso de ser premiado, pues en la vida real es un convicto de cadena perpetua por doble asesinato. Junto a ella, aunque con menos revuelo, también a competición llegaba el largometraje austro-germano Paradise: Love, de Ulrich Seidl. Ubicada en las playas de Kenia, el filme es una denuncia a las falsas "Madres Teresas" europeas que marchan para África a ayudar a jovenes a cambio de un poco de amor. Explotado y explotador son condiciones cuya frontera a veces se vuelve difusa. Hoy sábado será el turno para John Hillcoat, cuya última película, Lawless, es a priori una de las más atractivas bazas del festival. Tras la sublime La carretera, la crítica especializada había anotado en rojo la hora y fecha en que el Lumiere acoge las proyecciones de un violento filme ambientado en años de la ley seca, heredero de clásicos como Érase una vez en Ámerica o Bonny and Clyde. Declarado admirador de Leone, el australiano Hillcoat se ha rodeado de un plantel espectacular para esta su nueva aventura. Shia LeBeouef, Guy Pearce, Jessica Chastain, Mia Wasikowska, Tom Hardy... y sobre todo, su amigo Nick Cave, guionista y orquestador de la música del filme, presente hoy en Cannes (sin malas semillas, eso sí). La expectación es máxima en torno a lo que este largometraje pueda ofrecer. Por último, el ganador de la Palma de Oro por Cuatro meses, tres semanas, dos días, el rumano Cristian Mungiu, presenta Beyond the hills, el relato de Alina, una chica que tras una temporada en Alemania vuelve a Rumania para convencer a su amada amiga de que abandone el convento en que está internada. Pero el amor por Dios es fuerte y los celos aflorarán en Alina, quien tal vez deba ser la rescatada. Más allá de la lucha por la Palma de Oro, dentro de Un Certain Regard llama la atención el debut de Brandon Cronenberg, colaborador esporádico de su padre y realizador primerizo ahora con Antiviral, un extrañísimo film sobre una nueva moda, consistente en inyectarse virus cultivados en el organismo de celebrities. Marketing para fans enloquecidos. Un exótico y jugoso aperitivo mientras esperamos Cosmopolis, la llegada a concurso del sumo sacerdote del clan Cronenberg. 
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Brandon, peligroso nombre para un hijo de famoso